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La Ciudad
HISTORIA
DEL DEPORTE EN OLAVARRÍA
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i i SILIMBANI! !
¿Quién era Silimbani? ¿Era acaso un bohemio,
un comerciante, un artista o un loco? ...
Sí. Silimbani era todo eso... y era algo más. Era
un aeronauta... ;Un deportista!
Llegó a Olavarría en el año 1905 trayendo
por todo equipaje un globo multicolor con el cual subiría
a las nubes...
-Está loco- se decían las gentes unas a otras.
-Es un valiente- decían sus compatriotas, los italianos
-Es el hombre más valiente del 'mundo- certificaban los
"MARQUEYANOS" que eran sus "Paisanos".
Y una mañana del mes de junio, en el solar Sud la semibaldía
ubicada entre las calles Dorrego, Belgrano, Pringles y 9 de Julio,
Silimbani preparaba su globo para la ascensión.
El pueblo estaba revolucionado.
Todos querían ver aquel acto de arrojo del hombre que con
todo desparpajo enunciaba que iría a las nubes y desde
ahí los maravillaría arrojando papeles y haciendo
arriesgados pruebas.
La tarea de inflar el globo empezó
a la mañana temprano. Se constituyó un horno, se
colocó sobre él al globo desinflado y se empezó
a quemar leña de sauce en abundancia, de modo que se provocó
una humareda que poco a poco iba hinchando aquella esfera multicolor
de la que pendía solamente un frágil trapecio. .
. A las 2 de la tarde el globo está casi lleno.
Todo el pueblo de Olavarría estaba ahí, haciendo
comentarios sobre el coraje de aquel hombre, e inventando fantásticas
historias. Desde los techos cercanos, los vecinos contemplaban
la escena.
En el balcón de la casa
de altos, del señor Pablo Fassina, ubicada enfrente al
lugar, la familia entera observaba el movimiento de la gente y
de la esfera aquella con franjas coloradas, blancas y amarillas,
que poco a poco tomaba la forma de una enorme pera.
De pronto, Silimbani dio la voz convenida y los ocho hombretones
que sostenían las cuerdas dejaron en libertad el aeróstato,
que poco a poco fue ganando altura.
Silimbani, de un salto, se encaramó
en el trapecio. Dio vuelta sobre sí mismo y quedó
enganchado de las piernas, cabeza abajo, mientras tiraba papeles
de propaganda de los cigarrillos Siglo XX, populares en aquella
época.
El globo tomó más
altura y el viento lo fue empujando hacia el este, mientras el
público, suspenso primero, receloso después y frenético
más tarde, aplaudía y gritaba, mientras los más
pesimistas anunciaban:
-Se va a matar... se va a matar. . .
El globo continuó su vuelo en ascenso hasta que Silimbani
le abrió la válvula de escape y se inició
el descenso. Los más amigos: don Francisco Vannini, don
Antonio Verna, don Rodolfo Barzi, y otros entusiastas, iniciaron
la persecución del globo y pudieron ver a éste cuando
perdiendo altura paulatinamente, fue a caer en las chacras de
Sayús, mientras Silimbani saltaba del trapecio, cumpliendo
con toda felicidad su hazaña de cruzar él primero
el cielo de Olavarría.
En los días siguientes realizó otros vuelos similares,
l yendo a caer cerca de las ferias.
Esta narración ha de revivir, seguramente, recuerdos casi
diluidos en la nebulosa del tiempo. . . porque muchos de los pibes
que miraban absortos aquella enorme n pera multicolores son hombres
hoy y recuerdan que más de una noche soñaron que
emprendían un viaje. interminable a través de las
estrellas...
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